La estadística silenciosa.

Hoy vamos hablar de ese gran tabú de la sociedad actual: el suicidio. Empezamos con el dato que más impacta; Cada 2 horas y media se suicida alguien en España. Tomaos un segundo y volvemos a leer la frase; Cada 2 horas y media se suicida alguien en España. Es la mayor causa de muerte no natural en España (por delante del tabaco o accidentes de tráfico). Y es esta comparativa dónde vamos a poner el punto de partida de este artículo.

¿Por que cada dia en la tele nos informan de los accidentes de tráfico, y cada mes nos recuerdan los problemas del tabaco/bebida, la mala comida (obesidad), o cualquier otra causa no natural de muerte,  y sin embargo obvian estos otros datos? Por esa regla de tres, el suicidio debería ser portada de sucesos día si y día también.

De dónde viene ese miedo hablar del tema. Esa vergüenza. Ese oprobio. Es curioso también que el INE no facilita datos desagregados sobre las causas del suicidio. Ayudando a esconder y silenciar aún más esta causa de muerte y sus orígenes. Me parece extraño para algo que constituye la primera causa de muerte violenta en España haya esta falta de rigor e información. Intentaremos averiguar porqué pasa esto.

Los medios, el sistema  y toda la sociedad se encarga de silenciar, ocultar y no dar visibilidad a este problema. Mueren 5  personas de Listeriosis y se desata una alarma nacional importante, noticias, televisiones, periódicos, informativos especiales, todos nos alertan de ese peligro. Ahora mueren miles de personas al año quitándose la vida y jamás se mencionan sus nombres, jamás nos avisan de peligro. Jamás se interesan por ellos.

Cómo segundo punto tenemos que entender por qué la gente decide suicidarse, para ello debemos atender a cuatro factores básicos; problemas psicológicos, el desempleo y las presiones sociales.

Desempleo

El desempleo lleva a la pérdida de poder económico, y está a su vez al desahucio en muchos casos. 

La pérdida de poder económico, lleva al estrés por no poder pagar (algo muy distinto a no querer pagar), ello lleva a la cuesta abajo, a no encontrar empleo, acumular deuda y no poder vivir con unos mínimos. La espiral hacia el suicidio muchas veces comienza aquí. Justo aquí.

La estadística de  “Suicidios por desahucio en España” se refiere al suicidio de españoles como consecuencia directa o indirecta de un desahucio o ejecución de hipoteca por impago de la hipoteca o alquiler. Suele ser a menudo con miembros familiares, y hablamos de la pérdida de la casa en la que pueden haber vivido por años. Según estadísticas del primer trimestre de 2012, cada día 517 desahucios tuvieron lugar en España; había 101.034 desahucios en total en 2012.

Según datos de la organización Stop Desahucios (sin ningún estudio independiente o de calidad que respalde esas cifras),  un 34% de los suicidios es resultado en España son provenientes de desahucios.

A veces la relación entre el desahucio y el suicidio no es visible, y en la mayoría de los suicidios, existe una compleja y difícil situación personal (y económica). También algunos suicidios relacionados con el desahucio no son publicados, haciendo difícil establecer una estadística fiable dado que el Instituto Nacional de Estadística no pueden analizar esos datos.

*Es curioso que el INE almacena datos de las estadísticas de suicidio (aunque muy disgregados) justo hasta el 2007. A partir de ese año no hay nada, casualmente coincidiendo con la llegada de la crisis del 2008, año  y posteriores años donde más suicidios se llevaron a cabo, sobre todo en relación a problemas económicos de las personas.

Sea como fuere, dentro de esta triste estadística del suicidio,  el desempleo, el estrés, la amenaza de no encontrar trabajo, el apuro económico y la pérdida de vivienda, es sin duda una de las grandes causas achacables al suicidio. Los motivos económicos y sus problemas asociados son el pico y gran parte del iceberg.

Depresión, problemas psicologicos y presión social

¿Cómo llega una persona sana, a deprimirse de tal manera que incluso llegue a quitarse la vida?. La depresión en sí, es una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo. Esto al igual que el punto anterior puede venir derivado de la pérdida de empleo, pero no solo eso, sino cualquier mal sufrido que nos arrastra a este estado (problemas psicológicos, desamores, trastornos familiares, sociales…).

No has podido ir a la playa y en la tv no hacen más que darte noticias con imágenes playeras. Apenas tienes para comer,  y en la tele no hacen más que sacar a madrileños por el mundo triunfado (no como tu que eres un puto loser y no emprendes). No has podido comprarte ese móvil último modelo, y todos lo tienen. Te marginan en tu colegio, en tu trabajo y te sientes solo y desubicado en una sociedad de idiotas. Trabajas como un animal cincuenta horas semanales y no te pagan ni el salario mínimo, para colmo todos tus amigos se van de puente y tu no puedes ni pagártelo, aun después de haberte deslomado a currar. No recibiste tantos likes como esperabas en tu red social….Podemos seguir buscando ejemplos que aislados pueden parecer absurdos, o “no suficiente” para llevarnos a una depresión. Pero una suma de ellos nos lleva a sentirnos más hundidos. Más desconectados, más fuera de juego en el tablero del sistema. El ego a día de hoy está desatado, por las redes sociales y programas donde todo el mundo es feliz, rico y le va bien. Mientras tu en tu casa, sin poder poner la calefacción te sientes más solo, más triste y más aislado socialmente. Esto hace que tu vida sea más miserable. 

Evidentemente hay muchos más factores. No hay que malinterpretar estos ejemplos anteriores. Por dónde quiero conducir este apartado es que la sociedad fomenta la depresión (no digo que voluntariamente), pero el sistema y las nuevas tecnologías nos ahogan más en la soledad y en búsqueda de contentar nuestro ego. Cosa que no siempre es posible.

En la actualidad

Dijimos que íbamos hablar sin tapujos, y así lo haremos. A nadie le interesa hablar de suicidios por que los muertos no votan, no consumen y no protestan. Y algunos, los más radicales y frívolos, llegan a pensar que incluso es un ahorro para el sistema, un ahorro en pensión sanidad y gasto social.

No se habla y no se da visibilidad a lo que no interesa. Imaginaos a los telediarios “Varón de cuarenta años, divorciado y víctima de la precariedad laboral y exclusión social se suicida”. Nadie quiere ver este titular, es una verguenza y deja en evidencia a un sistema que abandona a los más desfavorecidos a su suerte. Mola más ver a famosetes triunfadores cantando o bailando, pasándolo en grande y gozando de ficticia felicidad, mientras tu en tu casa comes un triste plato congelado para cenar.

Hemos visto por que la gente es arrastrada muchas veces a esta dramática situación, pero no hay datos oficiales. Es decir ¿Cuántos se suicidaron a raíz de perder su empleo?¿Cuántos por un desahucio?¿Cuantos por presiones sociales del sistema (metemos aquí el bullying si queréis)?¿Por desengaños amorosos?,¿Qué barrios o profesiones tienen más índice de suicidios? ¿Cuántos por un problema psicológico no asociado con lo anterior?, ¿Cuántos relacionados por temas de abusos sexuales?. Y que carezcamos de este tipo de datos es muy mal indicativo, por que para luchar contra esta lacra, debemos saber por qué se suicida la gente.  Dónde poner el foco, quienes son sus principales víctimas. Y aquí llega el punto final: No interesa saberlo. 

No quieren saberlo; Por que llegaríamos la conclusión de que es el propio sistema (y sus fallos “residuales” combinados con diversos factores) los que empujan muchas veces a las personas hacia este camino sombrío. 

Vivimos en un mundo de fantasía, dónde tienes que tener un millón de amigos en instagram y un millón de likes a cada foto. Dónde todos los veranos deberías ir a la playa y todos los inviernos a esquiar. Dónde deberías ser guapo, con buen físico y vestir a la última. Dónde debes tener el último modelo de móvil y ser alguien importante. Los medios, la publicidad y el propio sistema nos bombardean con mensajes por el estilo, día si y día también. 

Si llevas un año trabajando horas extra (no remuneradas) con estrés, triste y ganando una mierda, y decides ir al Psicólogo, este te recetara Prozacs. Jamas te dirá que luches contra el sistema, que cambies de mentalidad o que te afilies a un sindicato y dejes de someterte sin luchar.

Tienes problemas con tu pareja, contigo mismo, con la aceptación o presiones sociales, el sistema, los medios te dicen “pillate un coach”, con dinero (ese que te escasea) se arregla todo. Y resulta que ese un señor “Coach” te va a contar milongas, que son solo humo vació. No te va a dar una solución a tu problema (pero te cobrara como si tal) y tampoco te va a decir que el que está jodido es el sistema, el que (como daño colateral) empuja a la gente a ciertos puntos, el sistema,  no tu.

Un mundo que hace que la gente se suicide (a estos niveles) es un mundo roto. No funciona. Supone un fracaso como sistema, tanto político, social, sanitario, legal e incluso cultural. Y bajo la excusa de “si hablamos de suicidio la gente se suicida más” se tapa y oculta, se cierra con llave y se olvida. Lo cual es otro fracaso a su vez del sistema para tratar uno de sus males: silenciarlo.

*No está demostrado en ningún estudio científico que mostrar noticias de suicidios en los medios los aumente. Esta afirmación se basa más bien en meras observaciones estadísticas por lo que se conoce como el efecto Werther. https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Werther

Puedo “comprar”, que no estaría bien estar todo el día en tv repitiendo noticias y sucesos de suicidio, lo puedo llegar a entender (no estaría de más informar de vez en cuando del tema, pero bueno lo “compramos”). Pero no recopilar información y estadísticas de estos decesos, en vistas a un estudio para prevenirlo me parece casi un crimen contra la sociedad. Un abandono por parte del sistema. 

Y para terminar (con un poco de ironía). ¿Qué solución va a buscar el sistema a un problema que genera el mismo?. Rebajar el aumento de egos: esto restaría consumo y empacho de redes sociales y tecnología. ¿Rebajar el bombardeo comercial sobre los bienes que supuestamente debes tener y la felicidad ficticia que deberías alcanzar?: restaría beneficios a ciertas empresas. ¿Rebajar la presión social sobre el físico?: restaría a empresas de gimnasios, cosmética, farmacia… ¿Rebajar la presión sobre el que no puede pagar, sobre el marginal?: oye, eso no es problema mio, tu puedes emprender puto loser. ¿Estudiar el problema de base?: ¿que problema? Si no sale en las noticias. ¿Arreglar el sistema?: ¿qué sistema? Si todo funciona perfectamente…¿o es que no ves la tele ignorante?.

 

La estadística silenciosa.

El Taxi

La reunión con aquel cliente (que estaba en el quinto pino) acabo antes de lo que esperaba, y salí de allí disparado a mi casa. El jefe parecía incomodo, estaba intentando darme esquinazo “yo no voy en taxi, iré dando un paseo a casa no vivo muy lejos” (una lluviosa tarde de Noviembre), estaba claro que lo que no quería es que fuese yo también en un taxi y tener que pasar la factura a la empresa. Pero yo no estaba dispuesto ni a mojarme, ni a pagar de mi bolsillo un taxi, así que gire la esquina y tome un taxi con la intención de pasarle al día siguiente la factura a la empresa. La reunión había sido densa y cansada, donde los jefes habían hablado mas de problemas personales que de otra cosa (todo muy profesional),  y en la recta final de la reunión una sucesión de lametazos de culo entre ellos. Aunque la reunión no sirvió para mucho todos los trileros parecían satisfechos.

Yo una vez más me encontraba en medio de una reunión que comenzaba a parecer una orgia de halagos e historias personales al más puro estilo “cuñadísimo en navidad”. La cosa es que Salí de allí disparado a casa, y tome un taxi, el primero que vi.

El taxista parecía majo, dispuesto a dar charleta, y fue entonces cuando hablando de donde salía y a donde iba,  y una cosa llevo a otra, hasta que me dijo “yo antes era informático también”. A raíz de aquel comentario comenzamos a intercambiar opiniones. Resulta que mi amigo el taxista había sido informático, es más, había sido Trilero, Gerente y Director de una empresa. Según me contaba llego ahorrar bastante dinero en sus primeros años, y junto a un par de socios y contactos monto una Carnica de lo más cutre, y aun así no le fue mal.

Con los años me conto que se fue asqueando del sector de la informática, del mundo de las subcontratas, en definitiva no le gustaba lo que veía, ni como se explotaba a jóvenes. Me dijo que discutía con sus socios bastante, el no veía la empresa como una simple fabrica de dinero a toda costa, donde solo se aplica la ley del “todo vale”. Me contaba asqueado como contrataban recién licenciados como becarios y los exprimían al máximo, pagándoles una miseria hasta que al final se iba hastiados de su  situación laboral. Aquel taxista tras varios años de ver como aquel sector no lo convencía, cogió su dinero y su parte de la empresa, y se despidió.  Lo dejo todo. Se desvinculo de aquel mundo.  Estaba harto de ser un trilero, de engañar a jóvenes, de tener que hacer falsas promesas que sabía que nunca cumpliría (palabras textuales). Con lo que saco de su parte de la empresa tenía suficiente para empezar cualquier nuevo negocio, y así es como llego a ser taxista. Se compro su licencia de taxi y decidió ser el mismo su propio jefe, era él y su taxi, y nada más.

Yo le preguntaba si aquel trabajo compensaba, si era rentable, y si era mejor que la informática, o consultoría informática. Sonreía ciegamente, girando la cabeza casi imperceptiblemente. Por supuesto que era mejor, cualquier cosa era mejor. Claro que el taxi exigía sus horas, era un trabajo sacrificado como cualquier otro, pero él estaba mucho más contento, hacia su jornada, ganaba su dinero y no tenía que estar vendiendo humo ni haciendo trapicheros. No hacía daño a nadie, llevaba a gente de un lugar a otro y les cobraba la tarifa que marcase el taxímetro, ni más ni menos.  En su familia le tacharon de loco idealista, de insensato, tenía dos hijas, debía mirar por ellas, aquello del taxi era muy arriesgado le decían. Aun así, el negocio del taxi no le iba mal, ganaba dinero y lo que era más importante, era considerablemente más feliz y estaba más a gusto consigo mismo.

El taxista andaba también preocupado, una de sus hijas quería estudiar informática, intentaba convencerla de que desistiese, de los engaños que se iba a encontrar, la falsa y doble moral, los sueldos y contratos basura, todos los personajes variopintos con los que se iba a tener que enfrentar. Realmente parecía preocupado, y desde luego sabia de lo que hablaba. Aquel hombre suspiraba y relataba; “sé lo que le va a pasar si al final estudia informática, llegara cualquier cárnica y la contrará por dos duros… ¡O peor! la ofrecerá un contrato en prácticas donde tendrá que trabajar gratis, y luego la explotaran a horas extra no remuneradas, volverá a las tantas, estresada, sin amino,agotada, sin moral,  sin subidas de sueldo y sin tan siquiera un gracias…¿me entiendes verdad, sabes de lo que hablo? –Yo asentía -…que quieres que te diga, cuando tienes tú la empresa no te das cuenta, pero cuando ves que eso se lo pueden hacer a tus hijos…pues no te gusta, y lo ves de otra manera, por eso cada día estoy más contento con mi Taxi

Aquello me dio que pensar, seguramente ese señor había engatusado algún trabajador para currar más horas, promesas de subidas, de mejora, o simplemente había tenia a un becario varios meses currando gratis. Ciertamente no se le veía orgulloso de aquello (como por el contrario si  suele pasar al empresaurio hispano)

Cuando le dije que ya podía parar, me hizo la factura, mañana se la pasaría a la empresa, y le marque como propina un euro, por aquella agradable charla. Al despedirnos me deseo suerte y yo me quede allí parado viendo como aquel taxista reconvertido se perdía para siempre entre el bullicioso trafico de la urbe.

El Taxi

EL TRUCO DEL ALMENDRUCO

Volvamos al tema informática peste, hoy os quiero contar otro caso de un conocido. No fue compañero mío, ni siquiera tenía mucho trato, pero era un trabajador de la empresa en la que yo estaba por aquel entonces,  y lo que le pasó fue bastante grave, y desgraciadamente acabó mal hasta dónde yo sé.

Alfonso ya rondaba los cincuenta, y llevaba diez años trabajando en aquella empresucha. No era gran cosa, pero tenía bastante estabilidad, un sueldo fijo y con su edad ya se conformaba con acabar pronto su carrera y sin problemas. No solo eso, conocía a su jefe desde hacía los mismos años, entre ellos se habían estrechado lazos y podríamos decir que había surgido cierto amiguismo o colegueo. Incluso se presentaron a sus familias. Su jefe Santi, era el típico jefe cercano, un “Jefe Guay” y no un tirano trilero que le sometía a horas extra gratis.

El trabajo no iba mal, pero Alfonso por aquel 2011 andaba preocupado, la situación laboral de España parecía irse a pique, crisis, cierre de empresas, cada día más despidos, más inseguridad, más paro, dudas y la sombra de un futuro ERE se proyectaba en su empresa. El día a día iba pasando y tras varios meses conseguía esquivar todos esos despidos. El era uno de los empleados más antiguos de la empresa, y claro despedirlo resultaba caro. Los días fueron pasando, hasta que en uno de esos días cotidianos y tranquilos Santi le dijo “tenemos que hablar”.

Lo que Santi le comunicó podría resumirlo de la siguiente manera; “Lo siento Alfonso, la empresa va cada día peor, todo son pérdidas, números en rojo…esperate y no cerremos amigo…. no podemos mantener tu puesto de trabajo, desde la dirección me han comunicado que estas despedido, hoy es tu último día, así que cuando acabe la jornada recoge tus cosas y ya te llamaremos para el finiquito”. Alfonso estupefacto por la noticia quedó en shock, no podía creérselo, “Pero Santi, llevo más de diez años en la empresa, no podéis hacerme esto, sabes que siempre he estado ahí”. Quizás fuese porque después de tantos años ya no veía a Santi cómo un jefe, sino cómo un colega, y ese fue uno de sus errores. Tras intentar llegar a una solución allí mismo con Santi para que éste intercediera por el, Alfonso resignado recogió sus cosas y se marchó a casa.

Estaba relativamente conmocionado, con casi cincuenta años dónde iba a trabajar ahora. Por lo menos contaba con la indemnización y el paro. O eso pensaba el. Tras esperar varios días a la llamada para ir a recoger el finiquito, Alfonso por fin se decidió a llamar a la empresa. La respuesta de la empresa fue un “usted ya no trabaja aquí, no le debemos nada, usted se dio de baja, dejó de venir a trabajar”. Alfonso no podía creerlo, si su mismisimo amigo Santi le habia dicho que no pasaba nada, que se fuese a casa y ya le llamarían para su finiquito. Lo que Alfonso desconocía es que tras las últimas reformas laborales, si tu faltas sin justificar más de tres días  a trabajar la empresa lo puede tomar cómo una baja, y por tanto darte de baja de la empresa, con lo cual, si te das de baja de una empresa no te corresponde ni indemnización ni paro (prestación por desempleo).

Cuando Alfonso tras hablar con un sindicato se enteró de esto se desespero, en paro, con una familia a su cargo, sin finiquito y sin prestación del paro… entró en una gran depresión, denunció a la empresa y se zambulló en una espiral de juicios para intentar recuperar lo que era suyo. Yo me fui de aquella empresa y no sé cómo acabó el tema, solo puedo deciros que tengais cuidado e intentéis informaros. Si un jefe os dice, “estás despedido vete a casa y ya te llamaremos” no lo hagáis, si te despiden te tienen que notificar por escrito, te tienen que citar para la conciliación e incluso darte los papeles para poder inscribirte en el paro.

Alfonso pregunto que debería haber hecho y la gente del sindicato fue clara; aquel caso no era el único, suele suceder que cuando quieren despedir a alguien muy costoso le hacen la de vete y ya te llamaremos y si cuela, pues oye, de puta madre, así se ahorran pagar el finiquito (les da igual joder  de paso el paro a esa persona, son así de hijos de puta). Lo que hay que hacer si a pesar de todo te dicen que te vayas a casa sin ningún papel firmado, al dia siguiente ir a trabajar y si no te dejan pasar, acércate a la comisaría más cercana y le pides a dos policías que te acompañen para que sean testigos de que tú has ido a trabajar y ellos no te dejan pasar. Asi tus posibilidades en un juicio son más que buenas. Pero no era el caso de Alfonso, el no tenia nada para justificar que efectivamente dejó de trabajar y se fue, con lo cual según la tramposa ley después de la reforma laboral, aquello era una baja laboral y no un despido.
Nunca deis nada por sentado laboralmente hablando, asesoraos ante cualquier duda, buscad en internet, foros laborales o directamente contactad con un sindicato (Evitad UGT y CCOO tienen demasiados “amiguitos” trileros). A día de hoy no se nada de Alfonso, pero espero que consiguiera llevar a cabo su juicio y se sumase al grupo de los curiosos caso de Benjamin Bruno.

EL TRUCO DEL ALMENDRUCO

PITO, PITO, GORGORITO

Vamos a cambiar de tema, ya son muchos post hablando del asqueroso y pestilente mundo de la informática. Hoy quiero hablar de un tema bastante cotidiano; la hora de ponerse a la cola en el cajero (ya sea del día, mercadona, burger o cualquier comercio) y que esa caja sea la peor y más desastrosa del mundo. Esto es algo que nos ha pasado a todos alguna vez, pero quería confesar que yo tengo un superpoder especial; elija el cajero que elija siempre va a pasar algo que retrasa de manera sensible a la cajera.

 

Ojo, no estoy criticando a los cajeros o cajeras, hacen un gran trabajo y todo lo mejor que pueden. Lo que critico es mi mala suerte y a veces la ineptitud de algunos consumidores, que desgraciadamente siempre coincido con ellos. Bueno, cómo iba diciendo, todos nos hemos puesto alguna vez hacer cola en algún tipo de cajero y justo nos ha tocado caer en el cajero lento. Es lo típico, vas al Alcampo, ves seis cajeros y uno que tiene 3 personas, pues te vas a ese, esperando que la cola avance rápido. Pues no. Zasca! 15 minutos de reloj para comprar unas zanahorias. Esto es algo que todos hemos vivido. Yo ya no aplicó la regla de “voy al cajero que menos gente tenga”, simplemente se que me da igual, me ponga donde me ponga la cago, se que pasará algo que me tendrá unos minutos ahí parado.

 

Os contare varios casos. Un día me puse en un cajero del Mercadona, había abiertas cómo cuatro cajas, todas con más o menos 2 o 3 personas. Por esta época yo ya sabia que era gafe de cajeros, así que dije, total me da igual “pito pito gorgoito”; me puse en una fila con dos personas por delante, cuando el primero paso el segundo tras hacer una compra de varias toneladas llegó a pagar y su tarjeta no funcionaba ( he de decir que yo solo llevaba una pizza congelada y unas patatas fritas), el señor lo intentó pagar, la cajera le pasó la tarjeta de lado, de arriba, por abajo, le faltó metersela por el canalillo. El señor comenzó a llamar al banco, por que claro su tarjeta no iba, y eso no era admisible. Suerte que la cajera vio que la tarjeta era muy nueva y le digo aquel ser “Oye, ¿la has activado?”…tachan!, vas a un mercadona de Madrid, eliges una caja, te pones vuelcas ciento cincuenta euros en comida y cuando vas a pagar tu tarjeta no funciona, y quién está justo detrás…adivinad.

 

No solo esto, siempre pasa lo mismo, el típico señor que está delante de ti, lleva una cafetera nesspreso y cuando le dicen ciento ochenta euros, monta la de dios por que lleva cuatro tapas de nescafe que aseguran le descuentan diez euros para comprar su nesspreso. La señora que llega con la niña y pasa una tacita de Frozen la cual no tiene código de barras, la cajera se pone nerviosa, se le cae la taza y la hace añicos, tiene que llamar estresada a su compañera para que traigan otra puta taza del puto «Olaft« y justo vaya, no hay tacita, la niña rompe a llorar y la madre dice que busquen otra taza en el almacén,  y yo mientras tanto viendo esto con un paquete de bolis en la mano que quería pagar( un maldito paquete de bolis).

 

Una tarde cualquier, en un día, llegas tan feliz, compras la leche y quieres volver a casa porque estás hasta los cojones de currar, pues bien la señora de delante no se le ocurre otra cosa que querer pagar con un billete falso que asegura acaba de sacar del cajero, ¿adivinad quién se puso detrás de esa señora?

 

Y no solo pasa esto en los comercios. Llegas petado al cine, la peli empieza a las diez y son menos cinco, hay una cola de varias decenas de personas, pero cómo has ido hasta allí dices, “ya por mis cojones entro”, aunque me pierda los putos trailers. Te comes la espera, que asombrosamente dura poco, a las diez y cinco estas a solo un paso de conseguir tu jodida entrada para ver esa peli que tantas ganas tienes. Bien la última persona antes de mi es una pareja de ancianitos adorables, que cuando se acercan a la taquillera le dicen “hija mía, que películas tenéis hoy, que nos recomiendas”….imaginaos el resto, unos cinco minutos de; esa esta muy bien, esa es un royo, esta es romántica, esta de miedo. Y yo preguntándome “¿sabrán lo que es una cartelera?”

 

Podría escribir casos y casos, solo tengo que bajarme a cualquier comercio comprar lo que sea y ponerme alguna cola, y es cómo magia, algo sucede; el cajero no tiene cambio, el producto tiene descuento y no se aplica, el comprador no tiene el dinero justo y le falta, la caja se queda sin papel, el producto no tiene código de barras, la cajera justo hace el cambio de turno y la otra del relevo no puede fichar, el dos por uno no se aplica correctamente al producto, justo cuando va a pagar se da cuenta de que la sudadera tiene un roto y corre a buscar otra, se le cae el monedero con mil millones de monedas de un céntimo, el de seguridad decide registrar la mochila del comprador, el cajero se rompe y no puede cobrarte justo a ti, se dan cuenta cuando van a pagar que se han dejado la cartera en el coche, se dan cuenta que han olvidado a su hijo perdido en uno de los laberínticos pasillos del Ikea, descubren al pagar que su tarjeta está caducada…estas y mil casos más me han pasado. Se que es difícil de creer, pero os invito a que me acompañéis a cualquier cajero y podáis presenciar mi superpoder.
Para acabar invitaros a que comenteis esta entrada contando vuestra experiencia más rocambolesca a la hora de pagar en un caja! Espero vuestros comentarios! Saludos a todos!

PITO, PITO, GORGORITO

El siguiente paso

La semana pasada acabé de escribir mi tercer libro. Tras escribir dos relatos anteriores, esta vez cambie de rumbo y escribi una novela romántica, digamos que comedia romántica, aunque con tintes surrealistas.

Actualmente tengo muchos proyectos de libros que en su día empecé a escribir y no acabe. Son proyectos aparcados, libros en los cuales escribí dos o tres primeros capítulos, hice un pequeño esbozo de lo que debería ser el guión del libro, la trama principal, el nudo y el desenlace. Incluso caracterización de personajes. Pero a dia de hoy son solo eso, trazas de lo que podría ser un libro. De entre todos esos, a dia de hoy tengo ya acabados tres.

Hablamos de una primera novela de terror (género Zombie, del cual soy un apasionado) y que empecé a escribir a la tierna edad de diecinueve añitos. Estamos hablando de un primer relato lleno de fallos, con una gramática horrible, y que costaría encasillarlo dentro de lo que sería novela juvenil de terror. Aun así la historia, y el final me pareció digno de escribir, y  por algo hay que empezar. Tras más de noventa páginas a word, acabe este relato. Dudo que jamas intente publicarlo. Tiene  muchos personajes, son muy poco profundos, los diálogos son muy cogidos por los pelos, y se le pueden sacar muchos más defectos.  Si  algun dia quisiera publicar esta historia prácticamente debería reescribirla. Como se puede apreciar soy mi peor crítico.

Mi segunda novela es mucho más extensa, el argumento más sólido, y los personajes más profundos. Aun asi es un tema quizás demasiado visto, poco original, pero creo que podría funcionar enfocando esta segunda novela dentro del espectro de novela de ciencia ficción juvenil. Hablamos de una obra  que suponen casi doscientas páginas a word, con una primera y segunda parte, bien definidas y un final más que sorprendente. Aún no he revisado el texto, con lo cual puede contener alguna que otra falta de ortografía, algunas inconexiones y seguramente haría falta retocar algún dialogo. Debería sacar tiempo para retocarla, pero siempre sucede lo mismo; me puede más el impulso de escribir algo nuevo, que volver a leer algo que ya escribí y retocarlo.

Hablemos por último de mi tercer libro. Cambiando de género como os decía, decidí empezar una historia juvenil y romántica. Cargada de tintes cómicos y momentos surrealistas. Creo que es un género que podría tener mucha salida y con el que me lo he pasado en grande escribiendo. Este libro, al contrario que los anteriores lo he releído varias veces, he pulido cualquier error de cualquier tipo (Aun así, cualquier editor me podria sacar los colores seguro) y llegado a este momento la pregunta es; ¿Pasos a seguir para publicar?

Pues he empezado a plantearmelo seriamente. Lo primero que me surgen son muchas muchas dudas. ¿Derechos de autor?, ¿me plagiaran la obra?, ¿si mando mi escrito a un editorial perderé mis derechos?, ¿me podrian robar mi trabajo?, ¿que riesgos tiene mandar asi como asi el escrito?, ¿en que editoriales puedo confiar?. Realmente si empiezas a pensar en publicar y buscas por internet encontrarás cientos de páginas de editoriales que lo primero que te dicen es; enviame el libro y ya veremos. Quizás para un escritor de renombre, con abogados y un gabinete de asesores no hay problema, pero para un pequeño mindundi amateur como yo, me genera demasiadas dudas. Quitando los miedos, las dudas y temores, pasemos a plantear el siguiente punto; ¿Que editorial me conviene?, ¿sería mejor publicar yo solito  en internet vi Amazon?, ¿cómo se reparten las ganancias?, ¿habrá un editor que supervise mi trabajo?. Esta siguiente tanda de preguntas suelen dar respuestas ciertos blog de ayuda para publicar y algunas web de editoriales. No es que quiera hacerme rico escribiendo (aunque no estaría mal), pero ahora mismo lo que más me motiva es poder publicar una historia mía, que surgió de mis ideas y la di forma, y que la gente la lea y le guste. Pero claro, algunas editoriales se comen todo ese beneficio, otras te ofrecen condiciones más favorables, pero en diversos foros te advierten que ya han sido denunciadas por intentar apropiarse de trabajos de otros escritores. Realmente acabas desmoralizado, no sabes ni por dónde empezar.

Es un gran mundo, y yo me siento empequeñecido. Simplemente lo que busco en estos momentos es dar salida a mi obra, ya sea en formato digital o en escaparates de tiendas de libros. Un tema peliagudo que me genera mucha incertidumbre son los derechos de autor. Hace ya tiempo me registre en esta pagina: www.safecreative.org y subi algun relato corto.

Supuestamente esta pagina es para registrar tu obra con derechos de autor, asi nadie podra quitartela. Pero claro, subir tu obra a una web, que luego pueden ser la propia webb la que se apodere de esos derechos. Tampoco me queda muy claro si es el camino correcto. A parte me surge otra duda; imaginemos que yo subo mi obra a esta pagina, y decido ir a una editorial. ¿Haber registrado mi obra previamente en esta pagina me puede suponer algún problema?

Son muchas preguntas y dudas. Mi idea es intentar publicar antes de final de año. Tengo que contactar con editoriales y ahondar en el mundo de los derechos de autor y toda esa maraña burocrática y legislativa que aparece a la hora de publicar un libro.
Desde hoy empiezo con este objetivo: publicar mi primera novela.

 

Musica para la lectura del post.

El siguiente paso

En un lugar de la Capital, de cuyo nombre no quiero acordarme

Bueno, pues aquí estamos. Soy un informático desencantado con el sector, con su profesión y con la manera de trabajar en este país. Así de simple. He trabajado diez años entre empresuchas y he visto de todo, y este sitio es para contároslo, desahogarme y para la gente más joven y novata advertirles de donde se meten. Intentaré hablaros de todo, desde entrevistas que parecen guiones de los hermanos Marx, hasta curros que se parecían a Guantánamo. Todo vivencias mías o de conocidos muy allegados, aunque no os lo creáis no es ficción.

También os hablaré de mi otra gran pasión: Escribir. Soy un escritor amateur, aún en construcción. He escrito tres libros, pero aun no me atrevo a publicarlos. Es un  proyecto personal, una especie de meta ilusoria que siempre ondea en el horizonte. Este blog no solo hablare de lo lamentable del mundo informático, sino de mis experiencias como escritor, los pasos que tendré que dar para publicar, los problemas y el día de como un don nadie intenta escribir algo interesante y publicarlo. Y lo que es más importante, que te lean.

Mi idea es publicar cada semana, o como mucho cada quince días. Vivencias, opiniones sobre el sector, y ocurrencias de esta profesión tan dura. También intentare incluir algún post sobre escritura, futuros proyectos y sueños perdidos.

También me gustaría que participéis, que colaboréis, aportéis opiniones, e incluso hacer críticas a modo de advertencias sobre aquellas empresas las cuales es mejor tener lejos. Podemos debatir e intercambiar opiniones.


Sin más, os dejo a continuación mi primer post, y espero que os guste.

En un lugar de la Capital, de cuyo nombre no quiero acordarme