La Calculadora del Explotado

Hace tiempo escuche a alguien comentar; “que bien planificado esta todo, tenemos ocho horas para trabajar al día, ocho horas para el ocio y ocho horas para dormir, todo perfecto hacen veinticuatro horas”. Es el típico comentario que solo un “engañao” asumiría como cierto y realista, pero bajo mi punto de vista esto no es así.

Ojala fuese tan bonito, pero analicemos un poco mas esto de la jornada laboral de ocho horas. Lo primero que hay que tener en cuenta es que en España las jornadas semanales de cuarenta horas son partidas, es decir hay que parar a comer (no puedes hacer un jornada continua) y tienes que parar mínimo una hora, hay empresas que incluso obligan a parar dos horas (para comer en 15 minutos, cosa que no entenderé jamás). La cosa es que ya no son ocho horas fuera de casa en el trabajo, son nueve en el mejor de los casos.

Sigamos sumando, y a la vez restando tiempo a esas ocho horas de ocio/dormir. Yo considero que nada más sonar el despertador por la mañana comienza tu jornada laboral, es decir, te vistes para ir a trabajar, desayunas, te arreglas y luego tienes un trayecto que depende de la ubicación del trabajo puede variar desde varios minutos hasta una hora o más. Ya son nueve horas más el tiempo que pierdes en prepararte por la mañana para ir a trabajar más el trayecto, ya tenemos diez horas dedicadas al trabajo.

De la misma manera, al volver del trabajo perdemos un tiempo en desplazarnos, llegar a casa y desprenderte del uniforme, con lo cual ya hablaríamos de unas diez horas y media u once, depende donde se ubique nuestro trabajo. Pongamos once en total, por redondear.

Aunque creamos que ya nos hemos desprendido del trabajo aun queda algo en nuestra vida relacionado con él. Hay que preparar el tupper y la ropa para el día siguiente, es otro pequeño pedacito de vida que debemos dedicar al trabajo. Ya, ya se que se que hay gente que no hace tupper y come cualquier mierda por ahi, así que nuevamente por redondear diré que el trabajo en si te suele robar unas diez o doce horas al día. Esto queda muy lejos de las ocho de esa magnífica planificación onírica que comentaba al principio.

Hay que recordar que a parte de todos estos factores, en algunos casos la cuantía de horas dedicadas al trabajo aumenta debido a las horas extra (pagadas o no pagadas). Con lo cual al final del día las horas dedicadas al trabajo pueden llegar a ser grotescamente ofensivas.

Que pasa a raíz de todo esto, se pierden horas de ocio, de amistad, pasar tiempo con familia, novia, deporte, aficiones y sobre todo de dormir. Se promueve un deterioro notable de las relaciones personales a la vez que de la salud, ya que dormir poco no es bueno en ningún sentido. Que se consigue; zombis sumisos. Sin amigos (realmente solo te relacionas con tus compis de curro), con pocas relaciones con personas ajenas al trabajo, y agilipollado perdido de dormir tan poco y trabajar tanto. Al final todos estamos atontados (entre esto, la tv y programas basura se completa la transformación en un ente que más que una persona librepensadora es un espectro que vaga entre sombras, como una bola de paintball, golpeada de un lado a otro).

Como ultimo matiz añadir que hay casos de gente sumamente engañada, que no solo se limitan a dedicarle al trabajo una media de diez-doce horas al día, sino que además se quedan a trabajar horas extra gratis (no remuneradas como diría un buen trilero), además de esto se llevan su portátil de empresa a casa y hacen alguna “cosilla” del curro desde casa, incluso los hay que el fin de semana tienen guardia (pagada o no) y también dedican tiempo del fin de semana a la causa de la empresa. Estamos hablando de prácticamente una dedicación total de tu vida al trabajo.

Esta es una triste realidad que muy pocos se paran a pensar, o reflexionar sobre ella, ya que como digo son zombis sumisos, que ese ritmo de vida no les permite a pararse y reflexionar lo que realmente les supone el trabajo, cuantas horas reales le está consumiendo al día, cuánto tiempo les está quitando y lo que realmente les está costando como personas. Gente que han transformado y logrado que en su escala de valores el trabajo este por encima de todo, aunque sea una tortura para ellos, el trabajo se impone ante la familia, amigos e incluso salud.

Siempre se ha dicho que hay dos tipos de personas; las que viven para trabajar y las que trabajan para vivir, y solo uno de esos dos tipos son los que realmente tienen vida.

¿Como calcular tu nivel de explotación, muy fácil, para ello hemos creado la Calculadora del Explotado?

LA CALCULADORA DEL EXPLOTADO:

  1. Desde que suena el despertador hasta que entras por la puerta del trabajo cuantas horas pasan= …..
  2. Desde que entras hasta que sales, cuantas horas estas dentro de la oficina (incluye la hora de la comida y horas extra, y no seas engañao que las ocho horas que pone tu trilero en el parte no valen, vale el tiempo verdadero que estas en el curro sometido)=….
  3. Desde que sales por la puerta del trabajo hasta que entras en tu casa y te cambias, dejas la ropa, el tupper(si lo tienes) y te pones cómodo o cambias para otra actividad, cuánto tiempo pasa= ….
  4. ¿Te preparas tupper? Alguna otra actividad en relación con prepararte para la siguiente jornada de trabajo= …..
  5. ¿Tienes en tu casa un portátil de la empresa con conexión VPN? En caso de respuesta afirmativa; ¿Cuántas horas le dedicas al día a trabajar desde casa después del trabajo?=…..

Solución: Suma los puntos A+B+C+D+E

Resultado Menos de 11.  Estas en el selecto club de los que tienen el trabajo cerca de casa. No eres un muy explotado ni engañado, no trabajas horas extra gratis ni pagadas, y no te llevas el trabajo a casa. Eres de los que trabaja para vivir. Recomendación de intentar seguir en esta senda.

Resultado de 11 a 13. Tu nivel de explotación está en la media. No eres de los que más curro extra asume, posiblemente tardes bastante en desplazarte a tu puesto de trabajo, estas en el límite de lo que se puede considerar sano o insano, tienes que recordar que estar en torno a unas 12 horas supone la mitad del día dedicada de una manera u otra al trabajo. Deberías reflexionar.

Resultado de 13 a 15. Tienes ciertos tintes de “engañado”, puede que tengas el trabajo lejos de casa, pero aun así dedicar de una manera u otra más de doce horas al día al trabajo supone más de la mitad de tu vida, ya que das al trabajo más de la mitad de horas que tiene el día. Estas cercan de convertirte en un absoluto explotado. En este punto, tus horas de ocio y sueño se reducen a un mínimo alarmante, y seguramente creas que “conciliación familiar” es el nuevo disco de Amaral, pero no amigo, es algo por lo que tendrías que luchar y reflexionar. Aun no estás perdido, hay esperanza de poder bajar esas horas.

Resultado más de 15. Amigo, si el trabajo te roba más de 15 horas al día eso quiere decir que tu ano dejo de pertenecerte hace mucho tiempo. Ahora es propiedad de la cárnica en la que estas, eso y toda tu vida. Tu salud seguramente se verá resentida, si no lo está haciendo ya, y tus relaciones personales con gente ajena a la empresa deben ser como la inteligencia en Rajoy: inexistente. Llegados a este punto hay que preguntarse si todo esto te sirve para algo, si ganas algo y si merece la pena. Si sacaste más de 15 en el Test y  estás leyendo pensando que  son solo paparruchas y tonterías, entonces puedo decirte claramente que eres un “engañao” y no tienes cura,  si por el contrario estás haciendo un examen de conciencia y reflexionando en algo, entonces puedes salir, liberarte del grillete (ya dudo que esto sea una afirmación figurativa) y volver a recuperar tu vida. Lo malo, y siento ser pesimista, es que el tiempo que has regalado a la empresa jamás volverá.

La Calculadora del Explotado

La Conversación

Un lunes cualquiera, uno de esos lunes lluviosos, grises, oscuros, con el cielo totalmente encapotado, de esos que parecen una estampa de una foto de Robert Capa. A primera hora en la cocina que hay en la empresa dos empleados se preparan un fugaz café antes de empezar la jornada. Antes de empezar otra dura semana de tortura, sentados frente a un monitor más de sesenta horas (De las cuales solo les malpagan cuarenta), haciendo un trabajo que ni les va ni les viene, que ya ni les gusta ni apasiona, que si lo pensasen fríamente, no les importa un pito si las imágenes cuadran o no, si los elementos visuales están alineados o si el proceso de base de datos corre demasiado lento.

Estoy hasta los cojones, me he cruzado esta mañana con Jorge (Su jefe trilero) y ni me ha saludado” Murmura José con el ceño fruncido y ojeras de oso panda. “Es un capullo, sabes que es mejor ignorarle” Mario le intenta apaciguar. “Solo me dirige la palabra para decirme; hace falta más esfuerzo, no estás comprometido, esto tiene que estar para ayer, algún día te compensaremos, la calidad de tu código deja mucho que desear” Dice José imitando una voz ridícula.”Quédate en casa y no vengas a trabajar” Dice Mario.”Ojala fuese así de fácil” le contesta José. “Es muy fácil, tu eres libre, quédate en casa Y haz lo que quieras…tu eres libre” le insiste Mario, y José solo puede reír y negar con la cabeza mientras sorbe su amargo café. “Te lo digo en serio, dicen que vivimos en un país y sociedad con muchas libertades, eres libre, a ti nadie te ha puesto una pistola en la sien obligándote a venir aquí, obligándote aguantar a Jorge, a trabajar horas extra gratis, tu eres libre” Comenta Mario mientras remueve el azúcar del fondo del vaso.”Mis cojones son libres no te jode, eso no es así” Responde José dándose cuenta de que alzo demasiado la voz y el vigilator pudo oírle.”¿Entonces no eres Libre?, ¿A caso no haces lo que quieres?” Razona Mario.”Por supuesto que no, no soy libre ni tu tampoco, estamos aquí porque no nos queda otra”.

Ambos se tienen que callar, Javier (El vigilator) entra a por un vaso de agua. “No tenéis hoy subida a producción, os veo relajados” comenta maliciosamente. Ambos asienten con desgana, pero le ignoran. Javier es el lameculos oficial de Jorge y básicamente el lameculos oficial de toda la empresa. Cuando Javier sale de la sala José continua su charla “De verdad que estoy harto, hoy subida otra vez, y mínimo hasta la diez aquí encerrados”. Mario sorbe su café y después comenta “Vete a casa a tu hora, ¿Por qué no te vas a casa a tu hora?”. José parece sorprendido “Pues porque hay mucho trabajo, alguien lo tiene que hacer”, a lo que Mario contesta “Y por qué lo haces tú, dime una cosa ¿Es tuya la empresa?”, “No” contesta José, “¿Vas a ganar más, te van a pagar más, te van a dar parte de los beneficios por entregar en tiempo, tienes firmado algún incentivo  o porcentaje sobre el contrato con el cliente,  te garantiza esto de quedarte hasta tarde todos estos días algún tipo de mejora o beneficio para ti?”. Tras unos segundos de reflexionar José contesta “No”. Mario tira el vaso de plástico de café a la basura y mira directamente a José “Entonces…por qué lo haces, porque regalas tu tiempo, ese que no volverá, ese que nos dicen que vale oro”.

José también acaba su café y tras paladear su ultimo regusto dice “Sinceramente no lo se…imagino que por miedo, miedo a perder el trabajo, a no poder pagar la hipoteca y los gastos típicos tío…no sé”. Mario apura su café y comenta “Entonces, realmente no hablamos de ser libre o no, sino de estar esclavizados por el miedo, de estar en cierto modo sometidos”. “pues imagino que si, tal y como me lo estas pintando si” reflexiona José. ”Sometido en contra de tu voluntad a estar explotado por miedo….eso creo que tiene un nombre, un adjetivo, pero ahora mismo no doy con él”. José se acerca a la puerta dispuesto a marcharse a su sitio de trabajo  “Es mejor no pensar en ello, hagamos nuestro trabajo”. Mario le mira extrañado “¿Que es eso de no pensar en ello? Claro que hay que pensar en ello, si no lo piensas tú por ti, que es al que te afecta, no lo va a pensar nadie. Y que es eso de ¿Hagamos nuestro trabajo? Si hacemos nuestro trabajo de verdad nos deberíamos ir a nuestra hora y punto, no nos pagan más…sabes que te digo, vayamos a nuestra hora hoy y listo, si hace falta un equipo que trabaje por las noches y se encargue de hacer despliegues de producción que lo contrate la empresa, no es nuestro problema…hagamos nuestro trabajo, solo aquel por el que nos  pagan”, Mario parece enfadado y decidido.

José suspira “Vale, nos vamos tu y yo, ¿pero  y que?, el resto del equipo se quedara gratis, y a ti a mi nos acabaran despidiendo”. Mario se acerca lentamente a José “No podemos convencer a todo el mundo, el cambio empieza por uno mismo, a partir de hoy no trabajo ni una hora más gratis, se acabo el tener miedo, el regalar mi tiempo, se acabo y me da igual reprimendas y consecuencias,  yo si soy una persona de verdad, que piensa por sí misma y además, sabes que te digo, que para trabajar en una cárnica, me da igual en esta que cualquier otra, algo encontrare”. José con la puerta ya abierta y antes de largarse de allí comenta “Ojala todos llegasen a esa misma conclusión, desde luego estaríamos mejor, pero casi todos tienen más miedo que dignidad…suerte” murmura en voz baja.

Mario se queda solo en la cocina, envuelto entre el aroma del café y con lejano sonido de la lluvia chocando en el gran ventanal, solo y con el ceño fruncido reflexionando sobre la conversación. Mira en su interior y se repite una y otra vez “tú eres libre…tu eres libre” reflexiona, se acuerda de su mujer, sus hijos, el pago del alquiler, el colegio de los niños, las facturas. Continua repitiéndose mientras a su cabeza vienen mas ideas “tú eres libre, tu eres libre….no..no..no soy libre”.

La Conversación

Malditos Trileros

Hoy hablaremos del mundo trileriense y analizaremos los diferentes trileros que podemos encontrar dentro del mundillo informático o trabajos de oficina. Todos esos jefes, gerentes, managers y demás fauna trilera que vaga y pulula por la oficina. Pues sin más preámbulo vamos allá;
El pasota; es ese trilero que no sabe muy bien como ha llegado a semejante puesto, es más, no sabe mucho de casi nada, así que lo que intenta es pasar desapercibido para que nadie pueda detectar su ineptitud. Para ello adopta la “actitud fantasma” e intenta pasar como un espectro día a día en la oficina. No te llama nunca, no te molesta, no te pide resultados y a cambio el tampoco quiere que le llames. No quiere líos. No lo hace por esquivarte, o queriendo olvidarte, lo hace para protegerse el mismo, intentando que todo siga igual, es decir, el con un sueldo tres veces el tuyo y tu currando a destajo. Salvo que le aprieten mucho o lo necesite irremediablemente el trilero pasota te olvidara en tu puesto de trabajo mientras tu factures olvidándole a el también.
El “pesao”; Trilero que esta todo el día encima, preguntando y queriendo controlar todo, incluso cosas que jamás conocería, intentando controlar y entender cosas que si de verdad pudiesen entrar en su cabeza esta explotaría. A pesar de no entender nada, no dominar nada, el está ahí, dando el coñazo, robándote tiempo de trabajo exigiendo que rellenes partes, redmines y cientos de excel “currados” que se crea el de la nada para generar graficas e informes “super chulos”. Te pone deberes que se inventa, muchas veces para aparentar que hace algo, otras simplemente porque se aburre. Siempre encuentra algo con lo que molestar o incordiarte, y ese algo suele ser una estupidez no productiva y absurda, cuya única valía es inflar su ego. Es uno de los peores casos trilerienses.
El inseguro; Este trilero es una versión “El Pesao 2.0”, ya que se suele comportar igual, pero además es inseguro, tiene miedo, sabe que se le ve el plumero, y no solo se vuelven plomizo, sino que además se muerde las uñas, se toca mucho la cara, tiene algún tic nervioso que no deja de repetir cada vez que pregunta “qué tal el cliente?”, “se enfadaron mucho”, “te han dicho algo de la renovación”, “como has encontrado a menganito”, “has hecho ya lo que te pidieron parecían muy preocupados no?”, todas estas preguntas y mas mientras no deja de mover las piernas y te mira con ojos de cordero degollado diciéndote con la mirada “por favor, dime que todo va bien, que lo tienes controlado y bien, y no se va a notar que soy un puto inúti, dime que vas a facturar y podre seguir ganando un sueldazo sin hacer nada”.
El listo; También podría ser conocido como Trilero Pro, sin duda de los peores, ya que siempre va un paso por delante, y muchas veces jugara con ello. Se las sabe todas, va a poder esquivar a la perfección temas como “subidas de sueldo”, “exigirte horas haciendo parecer que la culpa es tuya”, “recorte de días de vacaciones”, “moverte vacaciones ya aprobadas” y todo haciendo que encima le des las gracias. Son trileros experimentados, destaca su especial falta de escrúpulos y moral. Su gran habilidad es llevarse el merito de tu trabajo ante el cliente, ante la empresa e incluso ante tus propias narices. Sonríe mucho y le cae bien a todo Cristo, llega a engañar a la mayoría, aunque luego se las meta doblada, y aun así les sigue cayendo bien a todos. Un trilero 100% Hispano.
El cuñado; El trilero que sabe de todo, maneja de todo, ha trabajado de todo y por supuesto viene de orígenes humildes y ha logrado todo gracias a que es un emprendedor y un triunfador de la vida, no un puto looser. El trilero “cuñao” es de los más majetes que te puedes encontrar, pero no te olvides que por ello no deja de ser un trilero. Te contara chascarrillos y chanzas de su pueblo, te enseñara fotos de sus hijos y su mujer, e incluso de sus vacaciones. Siempre te dará buenos consejos de cuñao y sabe cosas de política que desconoce incluso la CIA y el CNI. Admira a Bertín y Amancio, y suele llevar una pulserita de España. Siempre tiene un primo o cuñao o amigo que es experto de aquel tema del que habléis y es conocedor de tal tema con un nivel Dios de veracidad irrefutable (Se suele enfadar si le intentas desmontar alguna de sus mierdas o le llevas la contraria). Es de los tipos de trileros más fácil de reconocer.
El “enrollao”; Version el “cuñao 2.0” pero con menos caspa. Suele ir mas de progre y transgresor (Vota al PSOE) y quiere ser tu colega. Comparte la mayoría de puntos del trilero Cuñao, pero es mucho mas enrollado. Intenta limar las diferenciar, quedar algún día para jugar al Padel contigo, incluso propone algún viernes tomaros unas cervezas. Diréis; “no es mal tío, es mazo majo se invita a unas birras los viernes y nos deja hacernos fotos con su maserati”, pero no seáis unos engañaos, por todo eso no deja de ser un trilero y vivir de explotaros. Si un día no les viene bien no moverán un dedo por salvar tu puesto, un tilero siempre es un trilero, se disfrace o se ponga capa.
El hijoputa; versión “Dark Trilero” al que solo le falta un casco de Darth Vader. Es por excelencia el dios de los trileros. Es arisco, maleducado y siempre despectivo. Su pose es de superioridad, prepotencia y tiene la absoluta convicción de que deberías darle las gracias todos los días por trabajar con él y aguantar lo muy inútiles que son sus empleados. Suele soltar tacos, hacer chistes homófonos y racistas, incluso puede llegar a sacarse mocos delante de ti. Es de los que piensa que con Franco no se vivía tan mal y que todos los jóvenes son unos vagos de mierda que deberían hacer la mili. Estos trileros no soportan que les lleve la contraria o se les “chiste” ni una, no les tiembla la mano en despedir, insultar y menospreciar a nadie, ellos son trileros por la gracia de dios y el resto unos putos loosers. Le gusta la bronca, buscar bulla, lanzar reprimendas y llamar inútiles a sus empleados. Disfruta con su posición y haciendo el mal. Cuidado con los trileros Joputa ya que son de la peor calaña que podéis encontrar en el mundo laboral.
Por último recordados que los perfiles de los trileros no son cerrados, a veces un trilero puede adoptar varias formas, o simplemente mezclar varios tipos de los que he explicado. Todos tienen las mismas características generales que ya conté en su día en “el trilero”, así que recordad que los trileros sean el tipo que sean siempre se apoyan, protegen y respaldan entre ellos, haced vosotros lo mismo.

Malditos Trileros

Emprende Puto Loser

Hay dos tipos de personas que suelen soltar frases tipo el título del artículo; Gente que suelen estar igualmente explotados que tu (Con las mismas pocas posibilidades de emprender que tu) siendo unos “engañaos“, y gente con cuentas bancarias abultadas, sin problemas económicos o agobios de ningún tipo, y que lo dicen convencidos que tú tienes las mismas opciones y posibilidades que ellos.

Hace unas semanas publique un artículo que tuvo cierta repercusión (al menos eso parecía en Hostinger que quedo por los suelos) y me gustaría seguir un poco al hilo del tema de las Cárnicas, pero no centrándome en cómo funciona una cárnica para con los empleados gorrillas informáticos, sino cómo funcionan entre sí, y también como ciertos “engañaos” acusan a otros trabajadores de no emprender, con la trillada actitud de “hazlo tu y no te quejes si te explotan”.
Como digo, me gustaría analizar como funciona el mundo de las subcontratas desde el plano de Jefe de Cárnica VS jefe de Cliente.

Pongamos un ejemplo; una compañía de seguros “LineaInDirecta” quiere contratar a un par de informáticos para que hagan una web mejor. José es el jefe Gerente de contrataciones y relaciones externas, un pez gordo que se embolsa cincuenta mil al año por rascarse las pelotas, leer el marca y de vez en cuando atender algún correo o llamada de una empresa que quiere colaborar con ellos. José conoce a Álvaro. Álvaro es un tipejo con aires de gran empresario, trabaja para una cárnica “CarnesAlPunto SA”, en Pozuelo. A pesar de tener un horario de doce horas al día y más de dos horas de trayecto Álvaro es feliz, tiene móvil de empresa y un Ipad con internet capado. José y Álvaro se conocen de otros antiguos tratos, tenían contactos, parientes, ambos vienen de altas esferas, buenas familias con sus Master obtenidos en EEUU que les acredita como Expertos en Abrazar Farolas. Son colegas de puros, de comilonas, club de campo y de putas de lujo. José llama Álvaro; “Necesito dos analistas programadores Fuck Stack ya mismo”, y ahí empieza todo.

Entre José y Álvaro fijan una cuota, unos pellizquitos e incentivos, y apañan la contratación. La empresa de José pagara a la de Álvaro 80mil al año por cada AP. José por hacer tan rápido la contratación se lleva un plus de su empresa, mas una pequeña tajada a modo de “regalo” del cliente. José ya tiene para el nuevo descapotable (verás como lo flipan las guarrillas del club de Striptease piensa). Álvaro ha cerrado un buen trato para la empresa y se ha llevado un buen pellizco, más todo lo que ha podido sacar “bajo mesa” gracias a José (Nada como tener contactos piensa José). Pocas semanas después dos “engañaos” son contratados por 20mil euros y murmuran entre ellos “que majos José y Álvaro, nos dejan montar en sus descapotables, a ver si los del sindicato dejan de quejarse y emprenden también”.
Este mundo de intereses, favores y pequeños flecos es el día a día de la negociación entre grandes empresas, entre gente con privilegios. El peor chiste (y segunda parte a tratar en este post) es cuando un empleado explotado se te acerca y te dice “Emprende puto perdedor, cualquier puede”. Y no es así, o al menos no todos lo tienen tan fácil.
Para emprender lo primero que tienes que tener es formación, y no todo el mundo tiene acceso a esta (no hablamos de EGB, hablamos de carreras, máster, graduados, doctorados en el extranjero en una universidad megalol…Todo eso vale dinero y no todos lo tienen). Lo segundo que tienes que tener es pasta, ahorros para invertir. Resulta que tampoco todo el mundo los tiene, es mas para tenerlos sueles tener que empezar a currar en alguna cárnica (a no ser que seas hijo de y tengas grandes ahorros o influencias), o pedirlos a un banco, los cuales si ya de por si no tienes dinero no te prestan ni la hora.
Todos tenemos ideas buenas para emprender, pero no vale solo con eso, no todos tenemos medios y contactos. Hay que ser realistas, esto no funciona así. Dinero llama a Dinero, y si tienes dinero o contactos detrás, el camino para emprender resulta mucho más fácil (No digo que sea imposible). Para poder emprender hacen falta varios factores como ya he explicado. Pongamos el caso de un niño de una familia sin recursos, que ha crecido en un barrio “chungo” que no ha podido estudiar y la educación que ha recibido es más que pésima gracias a unas políticas educativas dignas del club de la comedia. Que a ese chaval, que se ve obligado a empezar a currar a los 18 de reponedor para ayudar a pagar la hipoteca a su madre, lleguen dos engañaos a decirle que emprenda y no sea un looser, es como mínimo para que se les caiga la cara de vergüenza. Sé que nos venden que todos somos iguales, que tenemos las mismas oportunidades. Pero desgraciadamente no es así.
El hijo de la pescadera divorciada y en quiebra que lleva dos años en paro no tiene las mismas posibilidades que el hijo del presidente de una empresa del IBEX35. Uno lo tiene más fácil, más a huevo, al otro solo le esperan trabas. Uno ira a la uni en metro tras trabajar en el Burger para costearse la matricula (y eso si le da), el otro ira a una uni de pago en su Golf GTI y si catea alguna su padre hará una donación y la nota subirá por arte de magia, a él le esperan vacaciones en Baqueira en invierno y Saint Tropez en verano, mientras que al otro le espera un verano de dobles turnos friendo hamburguesas y rezando por que no suban mas la matricula de la uni. Creo que hay que medir mas cuando se dice “emprende” como si fuese sacarse la chorra y mear. No es tan fácil, lo que intento decir es que hay muchos factores y veo que es algo que se toma a la ligera, un argumento muy usado por “engañaos” y “cuñados”, arrojan ese mensaje simple y basto sin pararse a pensar un segundo. Hay gente que no tiene ni una pizca de empatía, y desconoce o no quiere ver las condiciones de mucha gente de su misma sociedad.
Emprender significa no solo tener una idea de negocio, sino dinero, contactos y no nos engañemos, siempre viene bien un buen padrino. No digo que no se pueda, pero en el sistema y sociedad que vivimos para los que ya tienen recursos les resulta más fácil y cómodo, que para los que no tienen recursos, y esto es una verdad irrebatible, le pese a quien le pese.
Luego está la corriente de los que dicen “hazte autónomo” y de verdad que me parece una idea cojonuda, siempre y cuando sea en otro sitio, no en Españistan. No me voy a explayar con esto y mejor os dejo una imagen;

Y no digo nada de todas las trabas administrativas y burocráticas que quedan de por medio. Si no me creéis os paso un articulo muy interesante, podéis comparar por ejemplo la que hay que montar para hacer una empresa en Españistan y otra en Reino Unido por ejemplo;
https://desencadenado.com/2012/01/crear-una-empresa-en-3-horas-por-71-euros.html
Si nos fijamos en la parte que cuenta cómo crear una empresa en España, parece que todo aquí esta creado para alimentar a una prole de gestores, notarios y diversos organismos.
Para acabar y volviendo al hilo principal, es común encontrarse a gente de diversa calaña que te achaca que emprendas y no te quejes, esos trabajadores, igual de explotados que tu creyéndose el cuento de que todos tenemos las mismas oportunidades y facilidades, gente que interioriza ese mensaje, sin pararse a pensar que a lo mejor no se trata de emprender, si no de intentar mejorar y cambiar este oscuro mundo laboral.
Hay que andarse con ojo, el mundo de la informática no solo está podrido en sí mismo, sino que pudre a la gente.

Emprende Puto Loser

El Taxi

La reunión con aquel cliente (que estaba en el quinto pino) acabo antes de lo que esperaba, y salí de allí disparado a mi casa. El jefe parecía incomodo, estaba intentando darme esquinazo “yo no voy en taxi, iré dando un paseo a casa no vivo muy lejos” (una lluviosa tarde de Noviembre), estaba claro que lo que no quería es que fuese yo también en un taxi y tener que pasar la factura a la empresa. Pero yo no estaba dispuesto ni a mojarme, ni a pagar de mi bolsillo un taxi, así que gire la esquina y tome un taxi con la intención de pasarle al día siguiente la factura a la empresa. La reunión había sido densa y cansada, donde los jefes habían hablado mas de problemas personales que de otra cosa (todo muy profesional),  y en la recta final de la reunión una sucesión de lametazos de culo entre ellos. Aunque la reunión no sirvió para mucho todos los trileros parecían satisfechos.

Yo una vez más me encontraba en medio de una reunión que comenzaba a parecer una orgia de halagos e historias personales al más puro estilo “cuñadísimo en navidad”. La cosa es que Salí de allí disparado a casa, y tome un taxi, el primero que vi.

El taxista parecía majo, dispuesto a dar charleta, y fue entonces cuando hablando de donde salía y a donde iba,  y una cosa llevo a otra, hasta que me dijo “yo antes era informático también”. A raíz de aquel comentario comenzamos a intercambiar opiniones. Resulta que mi amigo el taxista había sido informático, es más, había sido Trilero, Gerente y Director de una empresa. Según me contaba llego ahorrar bastante dinero en sus primeros años, y junto a un par de socios y contactos monto una Carnica de lo más cutre, y aun así no le fue mal.

Con los años me conto que se fue asqueando del sector de la informática, del mundo de las subcontratas, en definitiva no le gustaba lo que veía, ni como se explotaba a jóvenes. Me dijo que discutía con sus socios bastante, el no veía la empresa como una simple fabrica de dinero a toda costa, donde solo se aplica la ley del “todo vale”. Me contaba asqueado como contrataban recién licenciados como becarios y los exprimían al máximo, pagándoles una miseria hasta que al final se iba hastiados de su  situación laboral. Aquel taxista tras varios años de ver como aquel sector no lo convencía, cogió su dinero y su parte de la empresa, y se despidió.  Lo dejo todo. Se desvinculo de aquel mundo.  Estaba harto de ser un trilero, de engañar a jóvenes, de tener que hacer falsas promesas que sabía que nunca cumpliría (palabras textuales). Con lo que saco de su parte de la empresa tenía suficiente para empezar cualquier nuevo negocio, y así es como llego a ser taxista. Se compro su licencia de taxi y decidió ser el mismo su propio jefe, era él y su taxi, y nada más.

Yo le preguntaba si aquel trabajo compensaba, si era rentable, y si era mejor que la informática, o consultoría informática. Sonreía ciegamente, girando la cabeza casi imperceptiblemente. Por supuesto que era mejor, cualquier cosa era mejor. Claro que el taxi exigía sus horas, era un trabajo sacrificado como cualquier otro, pero él estaba mucho más contento, hacia su jornada, ganaba su dinero y no tenía que estar vendiendo humo ni haciendo trapicheros. No hacía daño a nadie, llevaba a gente de un lugar a otro y les cobraba la tarifa que marcase el taxímetro, ni más ni menos.  En su familia le tacharon de loco idealista, de insensato, tenía dos hijas, debía mirar por ellas, aquello del taxi era muy arriesgado le decían. Aun así, el negocio del taxi no le iba mal, ganaba dinero y lo que era más importante, era considerablemente más feliz y estaba más a gusto consigo mismo.

El taxista andaba también preocupado, una de sus hijas quería estudiar informática, intentaba convencerla de que desistiese, de los engaños que se iba a encontrar, la falsa y doble moral, los sueldos y contratos basura, todos los personajes variopintos con los que se iba a tener que enfrentar. Realmente parecía preocupado, y desde luego sabia de lo que hablaba. Aquel hombre suspiraba y relataba; “sé lo que le va a pasar si al final estudia informática, llegara cualquier cárnica y la contrará por dos duros… ¡O peor! la ofrecerá un contrato en prácticas donde tendrá que trabajar gratis, y luego la explotaran a horas extra no remuneradas, volverá a las tantas, estresada, sin amino,agotada, sin moral,  sin subidas de sueldo y sin tan siquiera un gracias…¿me entiendes verdad, sabes de lo que hablo? –Yo asentía -…que quieres que te diga, cuando tienes tú la empresa no te das cuenta, pero cuando ves que eso se lo pueden hacer a tus hijos…pues no te gusta, y lo ves de otra manera, por eso cada día estoy más contento con mi Taxi

Aquello me dio que pensar, seguramente ese señor había engatusado algún trabajador para currar más horas, promesas de subidas, de mejora, o simplemente había tenia a un becario varios meses currando gratis. Ciertamente no se le veía orgulloso de aquello (como por el contrario si  suele pasar al empresaurio hispano)

Cuando le dije que ya podía parar, me hizo la factura, mañana se la pasaría a la empresa, y le marque como propina un euro, por aquella agradable charla. Al despedirnos me deseo suerte y yo me quede allí parado viendo como aquel taxista reconvertido se perdía para siempre entre el bullicioso trafico de la urbe.

El Taxi